No te dejes cegar por las
pasiones, por los sentimientos que te hacen ver las cosas de modo distinto: lo
blanco es blanco y lo negro es negro.... lo que está bien, está bien y lo que
está mal, está mal. Siempre hay que escoger lo mejor, lo más agradable a los
ojos de Dios y no lo más fácil, lo que no me causa problemas, lo que más me
conviene a mí. ¡Esto es prudencia!
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