Muchas veces hemos dicho
que nos da pereza el confesarnos, puede ser toda la verdad que quieras, pero no
creo que sea un obstáculo verdadero, puesto que es bastante fácil de superar.
Es como si uno dijese que hace un año que no se baña porque le da pereza.
No tengo tiempo, puede ser
otra de las excusas. No creo que te creas que en los últimos meses no hayas
tenido disponibles diez minutos para confesarte. ¿Te animarías a comparar
cuántas horas de televisión has visto en ese tiempo? Multiplica el número de
horas diarias que ves por el número de días.
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