martes, 23 de octubre de 2012

AMOR DE UN HIJO A LA MADRE




Un muchacho entró con paso firme a la joyería y pidió que le mostraran el mejor anillo de compromiso que tuviera. El joyero le presentó uno. La hermosa piedra, solitaria, brillaba como un diminuto sol resplandeciente.

El muchacho contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó. Preguntó luego el precio y se dispuso a pagarlo ¿Se va usted a casar pronto? Le preguntó el joyero. No, respondió el muchacho. Ni siquiera tengo novia.

Es para mi mamá -dijo el muchacho- Cuando yo iba a nacer estuvo sola; alguien le aconsejó que me matara antes de que naciera, así se evitaría problemas; pero ella se negó y me dio el don de la vida. Y tuvo muchos problemas. Muchos.

Fue padre y madre para mí. Fue mi amiga, mi hermana y mi maestra. Me hizo ser lo que soy. Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso.

Ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy como promesa de que si ella hizo todo por mí, ahora yo haré todo por ella. Quizá después entregue otro anillo de compromiso. Pero será el segundo.

El joyero no dijo nada. Solamente ordenó a su cajera que hiciera al muchacho el descuento aquel que se hacía nada más que a los clientes importantes. 



REFLEXION

1.   Tenemos casas más grandes, pero familias más pequeñas.
2.   Tenemos más medicinas, pero menos salud.
3.   Hemos multiplicado nuestras fortunas, pero hemos reducido nuestros valores.
4.   Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.
5.   Hemos llegado a la Luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.
6.   Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.
7.   Tenemos mayores ingresos, pero menos moral. 


 No guardes nada “Para una ocasión especial”, porque cada día que vives es una ocasión especial.

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