Hoy
celebramos la memoria de los Santos Ángeles custodios. Ya en el siglo II el
gran sabio Orígenes decía: "Los cristianos creemos que a cada uno nos
designa Dios un ángel para que nos guíe y proteja".
Y se basa
esta creencia en la frase del Salmo 90: “A sus ángeles ha dado órdenes Dios,
para que te guarden en tus caminos”. Y en aquella otra frase tan famosa de
Jesús: “Cuidad de no escandalizar a ninguno de estos pequeñuelos, porque sus
ángeles están siempre contemplando el rostro de mi Padre Celestial”.
En el Nuevo
Testamento es tan viva la creencia de que cada uno tiene un ángel custodio, que
cuando San Pedro al ser sacado de la cárcel llega a llamar a la puerta de la
casa donde están reunidos los discípulos de Jesús, ellos creen al principio,
que no es Pedro en persona y exclaman: “Será su ángel” (Hechos 12, 15).
“Ángel del
Señor, que por orden de su piadosa providencia eres mi guardián, custódiame en
este día (o en esta noche) ilumina mi entendimiento, dirige mis afectos,
gobierna mis sentimientos, para que jamás ofenda a Dios Señor. Amen.
Ángel
de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si te gustó el artículo, déjame tu comentario.