Dice San Pablo en su carta a los Gálatas: «Cristo nos ha liberado para que seamos hombres libres; permaneced firmes y no os dejéis poner de nuevo el yugo de la esclavitud». Este video busca expresar en forma simbólica exactamente esta gran verdad. Es un llamado a buscar la libertad que nos ha traído el Señor, porque hemos sido liberados por Él; verdaderamente las ataduras del pecado han sido rotas. Y lamentablemente como muestran las imágenes estamos siendo engañados, a tal punto que ya hemos empezado a acostumbrarnos a esta condición.
Los símbolos que
utiliza el video son geniales, muy gráficos y expresivos. Las cintas rojas son
nuestros pecados, que nos esclavizan, se nos pegan y nos van atando, desde
grados más bajos como aquel que trabaja en la biblioteca hasta más extremos
como es el caso de las prostitutas, atadas por el cuello a su “dueño”.
Estas cintas así como el pecado,
nos destruyen porque nos atan a cosas y a personas de un modo negativo, nos vuelven
negativamente dependientes.
Para poder “donarnos” a
los demás (amar), es un requisito fundamental que seamos dueños de nosotros
mismos, pues nadie da lo que no tiene (cómo me puedo donarme, si no me poseo;
cómo puedo amar si no poseo la libertad del auténtico amor). Y la única
manera de ser dueños de nosotros, la única forma de “liberarnos de las
cintas rojas del pecado”, es recibiendo el amor del Señor, quien nos amó
primero.
Él nos ha traído
las “cintas blancas”, esas que son la libertad en su amor, y son
reales. Lo único que falta es aceptarlas, y eso ya depende de cada uno de
nosotros.
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