sábado, 29 de noviembre de 2014

VINO, VIENE Y VENDRÁ


La palabra adviento proviene del latín “adventus” que significa venida. Los católicos le llamamos Adviento a las cuatro semanas que preceden la Navidad. Durante estas cuatro semanas se nos hace un llamado a preparar nuestros corazones para la llegada del Mesías esperado. El color litúrgico del Adviento es el color violeta (morado); que simboliza espera y preparación.


Forma Circular - Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio ni sin fin al igual que el circulo. También de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar. 

Las ramas verdes - Verde es el color de esperanza y vida. Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas.

Las cuatro velas - Nos hacen pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo. Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento.

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