La Virgen es
misericordiosa y también lo deben ser sus hijos. Esto significa que recurrimos
a ella ante todo con el deseo de asemejarnos a Jesús
misericordioso.
Dios es Padre de
Misericordia, María es Madre de Misericordia. Ella refleja la misericordia de
Dios, sufriéndolo todo por sus hijos. Los cristianos debemos también
reflejar la misericordia de Dios sufriéndolo todo por amor. A nuestra Señora encomendamos el caso de San Juan Sacatepéquez.
En la Iglesia, la Merced, Patzún |
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