Estaba
revisando mis apuntes de clases cuando estuve en el Seminario, y apareció lo
siguiente. La importancia de conocer y profundizar las enseñanzas de los Santos
Padres. Me acuerdo perfectamente de estas clases de Patrística, porque eran muy
agradables, no podemos decir lo que dijo
Pedro en el Tabor, “que bien se siente estar aquí”, pero se aprendía bastante y era un ambiente educativo y familiar.
Gracias al esfuerzo de este gran formador, y de esta importancia dijo dos
cosas.
Que los Santos Padres son:
1. Testigos
privilegiados de la Tradición: En
nuestra conciencia cristiana, los Padres aparecen siempre vinculados a la
tradición, habiendo sido ellos al mismo tiempo protagonistas y testigos. Ellos
están más próximos a la pureza de los orígenes, en todo caso los Padres han
transmitido lo que recibieron. La época de los Padres es el período en el que
se dan los primeros pasos en el ordenamiento eclesial. Fueron ellos los que
fijaron el “Canon completo de los Libros Sagrados”. La Tradición, pues, como
fue conocida y vivida por los Padres no es un bloque monolítico fijo,
esclerotizado, sino un organismo pluriforme y lleno de vida.
2. Método Teológico:
a) Recurso continuo a la Sagrada Escritura y la
Tradición. La veneración y la fidelidad de los
Padres en relación con los Libros Sagrados va pareja con su veneración y
fidelidad a la Tradición. Ellos no se consideran dueños sino servidores de la
Sagrada Escritura.
b) La originalidad cristiana, aun reconociendo las
verdades contenidas en la cultura pagana. La
Iglesia, “desde el comienzo de su historia, aprendió a expresar el mensaje
cristiano con los conceptos y en las lenguas de cada pueblo. En otras palabras,
los Padres, conscientes del valor universal de la revelación, iniciaron la gran
obra de la inculturación cristiana, como se dice hoy día.
c) la defensa de la fe como bien supremo, y del
contenido de la Revelación. La fe
católica proveniente de la doctrina de los Apóstoles. Y recibida a través de
una serie de sucesiones había que transmitirla íntegra a la posteridad.
d) el sentido del misterio y la experiencia de lo
divino. En sus actitudes de teólogos y de
pastores se manifestaba en grado altísimo el sentido profundo del misterio y la
experiencia de lo divino, que los protegía de las tentaciones que podían venir
sea de un racionalismo demasiado exagerado, sea de un fideísmo simplista y
resignado.
Santos Padres |
Gracias
a todos los sacerdotes que día a día dan lo mejor por la formación de los
futuros sacerdotes.
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