Dolorosa |
Déjanos seguir
contigo
desde el
sepulcro al cenáculo
el camino
doloroso
de tu soledad
u llanto.
Desahoga,
Madre nuestra
tu corazón
angustiado
rosa de siete
puñales
por nuestros
siete pecados.
Repite el
diálogo interno
con tu hijo
bienamado,
muerto a los
ojos del mundo
y, para ti,
descansando.
De tu voz
aprenderemos
la fe, la
esperanza, el cántico
triunfal de
amor renacido
tras las
tinieblas del sábado.
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